Alerta democrática

By on octubre 24, 2016

Las propuestas de reformas a nuestro sistema electoral se deben atender con mayor premura que los próximos Juegos Panamericanos. La difusión, debate, aprobación y su debida implementación son urgentes para empezar a sembrar en favor de la institucionalidad que necesitamos.

De los tres últimos gobiernos democráticos, dos han sido electos con una precaria e improvisada organización partidaria, carente de ideología y raíces históricas que permitan un arraigo en el tiempo. Por eso, si la familia es la célula de la sociedad, los partidos son su equivalente para la institucionalidad. Si bien es cierto que las reformas planteadas por la Asociación Civil Transparencia en su Plan 32, como también aquellas que fueron propuestas por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) serían un significativo refuerzo a las bases jurídicas electorales, debemos reconocer que la paciencia, tolerancia y empeño forman parte de las recetas que favorecerán la tradición partidaria, la progresiva formación de cuadros políticos, democracia interna y fuerte arraigo que garanticen su continuidad en el tiempo.

En la agenda de los próximos cinco años estará la necesidad de consolidar las bases institucionales de cara a los comicios generales del año 2021. Un tiempo que resulta vital, pues, ha quedado agotada la metodología para crear candidatos apoyados de una cobertura mediática y logística alquilada, que reúne a un grupo humano heterogéneo alrededor de un candidato de ocasión con el objetivo de llegar al poder político.

carlos.hakanson@elpiurano.pe