Barro, lodo y desprotección: lo que dejó las lluvias en Sullana

By on febrero 22, 2017
Foto: elpiurano.pe

El panorama en varias zonas de Sullana no cambia con el paso de las lluvias. Agua, barro, lodo, pedidos de ayuda, poca atención oficial. elpiurano.pe recorrió varias zonas afectadas de la provincia y esto fue lo que encontró.

Escribe: Rolando Chumpitazi

De pronto, el esplendoroso sol del día se opaca y una masa enorme de nubes grisáceas ensombrece el panorama. Yoshida Cuibin sabe que cuando ello sucede, debe correr inmediatamente hasta su barrio en La Videnita, en el sector oeste, para tratar de poner a su familia y sus enseres a salvo.

A algunos kilómetros más allá, en el centro e la ciudad, Ezequiel Ochoa contempla cómo las aguas -de lluvia entremezcladas con las del desagüe- discurren por el Canal Vía, frente a su casa. “Este olor es insoportable, eso es lo que mas me mortifica”.

A pocos pasos, un niño corretea como si nada en las aguas del Canal Vía. “Estamos inmunizados ya, tantos años de esta situación sin solución que ya nos adaptamos”, relata don Ezequiel, desde su vivienda de la calle Santa Julia, en la zona conocida como Cola de Alacrán.

Yoshida nos da el alcance frente a la laguna en que se ha convertido el campo deportivo de La Primavera, donde junto a un colega de la prensa extranjera, reportábamos en foto y vídeo la situación.

“Acá (La Primavera) estuvo feo también, mucha agua ha entrado a las casas, pero el sol, los vecinos y una motobomba los ha ayudado”, dice ella. “Donde yo vivo sí estamos fregados”, se lamenta.

Campo deportivo de La Primavera, totalmente inundado (foto: elpiurano.pe)

Barro, lodo y espera

La Videnita es un enorme terreno propiedad del Instituto Peruano del Deporte (IPD), que fue invadido hace siete años por unas 400 familias, entre ellas de las Yoshida. Tiene un muro colindante y dos vías de acceso, una de ellas obstruida por el lodo. La zona está en desnivel, es decir, por debajo del nivel de la calle, lo que le hace vulnerable a la hora de la lluvia y la posterior inundación. (puedes ver la transmisión en vivo haciendo clic aquí)

Las casitas multicolores -debido a lo dispar de los materiales con que están levantadas- se suceden una tras otra en largas filas desiguales. Unas son de quincha, otras de adobe. Varias de calamina o triplay. Una que otra, de material noble.

“Así estamos desde el lunes. Nos la pasamos toda la madrugada sacando el agua y ya cuando amaneció el sol ayudó a que se secara”, dice Yoshida, rodeada de varias vecinas -además de niños, niñas y uno que otro anciano- quienes claman por ayuda.

“El concejo nos envió una motobomba, pero está averiada. Nosotros pedimos arena para poder rellenar el lugar y que no se inunde. Nosotros mismos estamos comprando volquetadas de arena y piedra para resguardar nuestras casas porque el agua va a seguir cayendo”, dice.

Junto a ella ingresamos a varias casas donde el predominante es el barro. Camas, enseres, ropa, todo está mojado, en muchos casos inservible. “He tenido que dormir parado, como el gallo”, dice un vecino que ha perdido todo, pero no el humor.

Saliendo de La Videnita con rumbo a Paita y alrededores, pasamos por Nuevo Sullana, donde un inmenso aniego se ha formado al pie de la avenida donde se erige la sede de la Corte Superior local. Mientras un camión drena el agua y algunos autos y mototaxis hacen malabares para pasar por el agua, contemplo la imagen del edificio jurídico sobre el agua de lluvia y desagüe, y no puedo hallar un mejor simbolismo a lo que está pasando en el país.