REPORTAJE: Parachique y La Bocana, entre la riqueza y la escasez

By on septiembre 30, 2016
Foto: Beatriz Becerra/elpiurano.pe

A solo 20 minutos de la provincia de Sechura se encuentra el centro poblado de Parachique y La Bocana, principal exportador de moluscos a Europa y sin embargo, uno de los lugares con mayor nivel de contaminación e inmundicia ante la carencia de agua, desagüe y alcantarillado.

Reportaje: Beatriz Becerra / beatriz.becerra@elpurano.pe

Un baño, para quien no goza del privilegio de un silo en Parachique y La Bocana, es un pampón. Sí, un pampón ubicado a escasos metros del municipio, rodeado de basura y hacia el que se dirigen niños y grandes para poder defecar en medio de un olor nauseabundo.

Quien podría imaginar que el lugar con mayor producción y exportación de concha de abanico en el Perú es al mismo tiempo uno de los centros poblados más contaminados de Sechura y que carece además de los servicios básicos de agua y desagüe que cualquier localidad necesita para su desarrollo urbano. La caleta de Parachique y La Bocana existen hace más de 80 años y hoy en día el desarrollo de la maricultura en sus aguas es la principal fuente de ingresos para su población, generando alrededor de 150 millones de dólares anuales, producto de la exportación.

El lugar con mayor producción y exportación de concha de abanico en el Perú es al mismo tiempo uno de los centros poblados más contaminados, sin agua y desagüe. La maricultura genera, hoy, alrededor de 150 millones de dólares anuales, producto de la exportación.

Sin embargo, ante una situación de riesgo potencial para la salud pública, la Unión Europea emitió una alerta sanitaria que preocupa y aumenta el temor de la población a que dicho mercado -que es el que mejor paga- cierre sus puertas a los productos hidrobiológicos que hasta el momento envían, al no ser un lugar que cumple con los estándares de calidad y limpieza exigidos. Y pese a que se tiene prevista una segunda supervisión de dicho organismo a inicios del próximo año, la situación no ha cambiado en nada, de manera que los habitantes de esta localidad continúan recibiendo agua en depósitos cada dos días, así como anhelando un sistema de desagüe y alcantarillado que les permita preservar su salud.

Precisamente ese sector es uno de los puntos más débiles de esta zona. Que un solo médico esté al cuidado de una población de más de 15 mil habitantes, únicamente tres veces por semana, no es broma, es una realidad. La vulnerabilidad del sector infantil de este lugar a contraer distintas enfermedades es cada día mayor y la carencia de servicios básicos es la causa de muchas de ellas. Niños con parasitosis, desnutrición crónica o dermatitis y adultos con dengue e infecciones urinarias son los casos que registra principalmente el  Plan de Salud Local de Parachique y La Bocana.

La atención médica solo se da tres veces por semana. (Foto: Beatriz Becerra/elpiurano.pe)

La atención médica solo se da tres veces por semana. (Foto: Beatriz Becerra/elpiurano.pe)

Situación de malestar

“Ante la falta de agua potable se atienden generalmente enfermedades diarreicas y parasitosis intestinales que finalmente conllevan a una anemia. Además, enfermedades de piel, producto de los rayos solares. La mayor parte de la población que atiendo acá son niños, los adultos son muy pocos”, refiere Edith Quispe, médico de turno del centro de salud de Parachique, quien señala que en los dos pequeños centros médicos con los que cuentan, no hay agua y mucho menos un baño, indispensable en este tipo de establecimientos. A la doctora le preocupa también que se puedan propagar más casos de dengue, el mismo que se origina por el alojamiento del mosquito en los depósitos de agua que los pobladores utilizan para almacenar el recurso hídrico y los que casi nunca limpian correctamente.

“Ante la falta de agua potable se atienden generalmente enfermedades diarreicas y parasitosis intestinales que finalmente conllevan a una anemia. La mayor parte de la población que atiendo acá son niños”. Edith Quispe, médico, centro de salud de Parachique.

El descontento de la población es de esperarse. “Al final todo el dinero de la exportación es utilizado para beneficio de Sechura. A ellos les hacen obras y por eso viven un poco mejor. Nosotros no tenemos médicos a tiempo completo. Si hay una emergencia tenemos que ir hasta Sechura o hasta Piura y muchas veces el seguro no nos sirve. Tenemos que atendernos de forma particular, lo que significa un mayor gasto”, sostiene Carmen Antón, una lugareña que además relata lo necesario que fue el hecho de que su esposo coloque un silo en su casa. Solo de esta manera pudo evitar el riesgo al que veía expuesta su menor hija al caminar hasta el pampón que normalmente utilizan el resto de sus vecinos.

Decisión política

Amaru Ipanaqué, alcalde del centro poblado, sostiene que el problema de la caleta radica básicamente en una falta de voluntad política y el poco interés en resolver el problema ambiental para la población. El burgomaestre sostiene que la falta de agua y alcantarillado no es un problema que afecte únicamente a la localidad, sino que se trata de un problema nacional que de no resolverse pronto, afectará a una parte importante de la economía, teniendo en cuenta que Parachique y La Bocana constituyen el 80% de la producción de concha de abanico a nivel nacional.

“El problema radica básicamente en una falta de voluntad política y el poco interés en resolver el problema ambiental para la población”. Amaru Ipanaque, alclade centro poblado de Parachique.

Ipanaqué explica también que existe un Proyecto Integral de Agua y Desagüe que se encuentra estancado desde hace meses porque las autoridades del Gobierno Regional nada han hecho para concretarlo. Sostiene que Parachique no pide dinero sino que se agilicen los trámites de dicho proyecto, para cuya elaboración de expediente, el Fondo Social de Bayóvar destinó 11 millones de soles.

Ante la falta de desagües, las aguas servidas se esparcen entre Parachique y Ciudad del Pescador. (Foto: BeatrizBecerra/elpiurano.pe

Ante la falta de desagües, las aguas servidas se esparcen entre Parachique y Ciudad del Pescador. (Foto: BeatrizBecerra/elpiurano.pe

Sin embargo, hasta el día de hoy todo sigue en papeles y Amaru recuerda que muchas veces, funcionarios y políticos mintieron a la población diciéndoles que su localidad estaba en mala ubicación y que por ello el proyecto en mención no era factible. “No hay ningún documento que declare a Parachique y La Bocana como un sector de alto riesgo, por lo que el Proyecto Integral de Agua y Desagüe es totalmente viable”, agrega enfáticamente.

Durante el tiempo que demoraría la ejecución del plan del agua, se tenía pensado también construir 80 letrinas en el área del pampón, como una medida temporal, a fin de que se preserve la salud y calidad de vida de los moradores. Claramente, ni eso ha sido concretado.

Inadecuado sistema de salud

Información proporcionada por el centro médico de Sechura, que tiene como gerente a Pedro Túyume, revela que aproximadamente el 13% de los casos registrados en la población total de niños (de 0 a 11 años) ha tenido problemas de retardo en el crecimiento por desnutrición, que mayormente terminan desencadenándose en una anemia. De igual forma, se reportan importantes cifras en enfermedades de parasitosis e infecciones gástricas.

El 13% de los casos registrados en la población total de niños (de 0 a 11 años) ha tenido problemas de retardo en el crecimiento por desnutrición, que mayormente terminan desencadenándose en una anemia.

“En primer lugar, llama la atención la deficiencia sanitaria. El promedio que maneja el Ministerio de Salud es un médico por cada mil habitantes, por lo que de acuerdo a ello Parachique y La Bocana deberían tener 15 médicos, en especialidades de Pediatría y Ginecología principalmente, así como un centro de salud nivel 1 trabajando las 24 horas, según lo que estipula la ley”, sostiene el doctor William Seminario, especialista en salud pública, agregando también que el no tener un sistema de agua y desagüe los expone a varias cosas. En primer lugar, el peligro en la movilización al pampón donde se ocupan de tener accidentes, caídas, golpes, cortes o incluso picaduras de víboras (por ser desierto). Luego, refiere que el silo solo ha sido creado para ambientes de poca permanencia, no para mantener un distrito.

Seminario explica que los residuos fecales producen gas, por lo que definitivamente habrá un aumento de vectores en la zona: roedores, zancudos o moscas. Los roedores podrían traer enfermedades como la rabia o incluso peste, como se ha visto años anteriores en otras localidades, mientras que el aumento de casos de gastroenteritis y parasitosis puede deberse a la presencia de abundantes moscas. Precisó que el uso de silo y la falta de agua supone que la población no se lave adecuadamente las manos, lo que las expone a infecciones parasitarias.

Los niños son la población más vulnerable. (Foto: Beatriz Becerra/elpiurano.pe)

Los niños son la población más vulnerable. (Foto: Beatriz Becerra/elpiurano.pe)

El centro poblado de Parachique y La Bocana experimenta ser uno de los lugares en los que más millones de dólares se produce anualmente, pero al mismo tiempo, una localidad con carencias tan alarmantes como agua y desagüe. Con un índice de calidad de vida de 0,40  según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en Perú, este centro poblado se encuentra a la espera de que los proyectos para su localidad se materialicen y poder tener acceso finalmente a los servicios básicos que toda población necesita para vivir en condiciones de salubridad y apuntar al desarrollo urbano.

Una problemática de años. Una realidad. Una bomba de tiempo también. Porque sumado al ya conocido y elevado nivel de contaminación de sus aguas oceánicas, tienen que lidiar con el hecho de que su población infantil sea el sector más vulnerable a contraer enfermedades como dengue, diarreas, parasitosis, faringitis o dermatitis, todas registradas en el PSL (Plan de Salud Local) y que son tratadas por un solo médico de turno que atiende a los desesperados pacientes tres días por semana.

Acá falta todo, menos de recursos naturales. Sin embargo, su población siente que tal riqueza pasa frente a sus ojos. Al final todo pasa a Sechura.

Queda claro que esta localidad carece de todo menos de recursos naturales. Sin embargo, su población siente que tal riqueza pasa frente a sus ojos. “Al final todo pasa a Sechura. Nosotros no tenemos médicos a tiempo completo. Si hay una emergencia tenemos que ir hasta Sechura o hasta Piura y muchas veces el seguro no nos sirve y tenemos que atendernos de forma particular, lo que significa un mayor gasto”, opina doña Carmen mientras vende un kilo de pescado.

Solución inmediata

El alcalde Amaru Ipanaqué tras la alerta sanitaria que dio la Unión Europea en 2011, se espera que el problema mejore el año próximo en el que probablemente haya una segunda visita del organismo, encargado de verificar que la producción de la concha se realice en zonas limpias que cumplan con los estándares de calidad internacionales. De no solucionarse pronto, una parte importante de la economía nacional se verá afectada.

Por otro lado, “no hay ningún documento que declare a Parachique y La Bocana como un sector de alto riesgo, por lo que el proyecto integral de agua y desagüe es totalmente viable”, sostiene Ipanaqué, explicando que muchos funcionarios mintieron a la población diciéndoles que su localidad está en mala ubicación y que por ello el proyecto en mención no era factible.

“No hay ningún documento que declare a Parachique y La Bocana como un sector de alto riesgo, por lo que el proyecto integral de agua y desagüe es totalmente viable”, sostiene Ipanaqué.

Se sabe que paralelo a la ejecución del plan del agua, se tenía pensado construir 80 letrinas en el área del pampón, como una medida temporal, a fin de que se preserve la salud y calidad de vida de los moradores. Eso, nunca pasó.

Pero y entonces, sin ni siquiera el plan de letrinas ni un completo de sistema de recojo de residuos en la zona, ¿cómo se espera que el pestilente olor en las calles de esta comunidad, producto mayormente de las aguas servidas que se arrojan en el exterior de las viviendas -porque no hay otra forma de desecharlas- desaparezca? Pero lo que es más alarmante, en el corto y largo plazo, ¿Qué tiene que ocurrir con la salud de estas personas para que los gobiernos reaccionen y por fin presten la atención adecuada? ¿Quizás una epidemia?

Información proporcionada en el centro médico de Sechura, que tiene como gerente a Pedro Túyume, revela que aproximadamente el 15% de la población total de niños de 0 a 11 años ha sufrido por lo menos una vez de gastroenteritis. De igual forma, se reportan gran cantidad de casos en enfermedades de parasitosis y desnutrición. Un dato que llama la atención también es que el mayor número de casos en enfermedades de vías urinarias afectan a mujeres de 18 a 45 años, enfermedades que se adquieren con mayor rapidez por falta higiene y agua, según Túyume.

El 15% de la población total de niños de 0 a 11 años ha sufrido, por lo menos, una vez de gastroenteritis, de acuerdo a información del centro médico de Sechura.

Para el especialista en salud ambiental, William Seminario Girón, “llama la atención la deficiencia sanitaria. El promedio que maneja el Ministerio de Salud es un médico por habitante, por lo que de acuerdo a ello Parachique y La Bocana deberían tener 15 médicos, en especialidades de Pediatría y Ginecología principalmente, así como un centro de salud nivel 1 trabajando las 24 horas, según lo que estipula la ley. Luego, que no tengan un sistema de agua y desagüe los expone a varias cosas. Primero, el peligro en la movilización al pampón donde se ocupan de tener accidentes, caídas, golpes, cortes o incluso picaduras de víboras (por ser desierto) que los puedan morder. Segundo, el silo solo ha sido creado para ambientes de poca permanencia, no para mantener un distrito”.

Seminario explica que los residuos fecales producen gas, por lo que definitivamente habrá un aumento de vectores en la zona: roedores, zancudos o moscas. Los roedores podrían traer enfermedades como la rabia o incluso peste, como se ha visto años anteriores en otras localidades. Asimismo, el aumento de casos de gastroenteritis y parasitosis puede deberse a la presencia de moscas. Precisó que el uso de silo y la falta de agua supone que la población no se lave adecuadamente las manos, lo que las predispone constantemente a infecciones parasitarias.

Parachique necesita una solución inmediata. No necesitan  ni piden dinero, porque de hecho  lo tienen: el Fondo de Bayóvar destinó más de 11 millones de soles solo para la elaboración del expediente.   Tal vez un poco de interés político y organización comunitaria sea lo único que lleve al desarrollo a esta cuna de la exportación de concha de abanico que forma parte de la riqueza cultural del país.