Un año después, la verdad se quedó en el Cerro Negro. Todo acabó con indemnizaciones a las familias (Parte 4, el final)

By on septiembre 19, 2016
Foto: Ralph Zapata

Durante cuatro días, hemos expuesto detalles desconocidos sobre lo que ha venido sucediendo durante el último año en torno a la muerte de Orlando Pastrana, Aleida Dávila y Segundo Tacure, los tres trabajadores de la minera Río Blanco que se extraviaron en las alturas de Ayabaca, Piura. Hemos hablado sobre las primeras investigaciones, sobre el sentir de las familias, el archivamiento del caso, y hoy presentamos, como capítulo final, los acuerdos privados y pago de indemnizaciones suscritos entre la empresa y los deudos, y que puso punto final a una parte de la historia. elpiurano.pe solo ha buscado exponer un caso de amplio interés público, que en su momento, captó la atención no solo de la sociedad piurana, sino, también, del país en general.

Ralph Zapata y elpiurano.pe

Las declaraciones de Ausy Isasi llamaron la atención del fiscal Sosa, quien en varias ocasiones de este año la citó para que amplíe su declaración y presente los correos electrónicos entre su esposo y la minera. Pero Isasi no acudió a ninguna citación, y su abogado dijo que había perdido contacto con ella. En una comunicación telefónica con elpiurano.pe el pasado 21 de agosto, la viuda de Pastrana –con la voz apagada– dijo que su esposo no murió. “A mi esposo lo mataron”.

“Lamento que recién ahora el fiscal (Sosa) se ponga a investigar”, dijo Isasi desde Nasca, donde vivía junto a Pastrana y a su hija. “El fiscal podrá decir muchas cosas, pero no hace nada. No se ha llegado hasta el fondo (del asunto). Mi esposo en mis sueños me ha hecho ver lo que pasó en esos días (de la desaparición). Se debió hacer justicia desde antes, y no esperar a  que pase un año desde el fallecimiento de esas tres personas. Eso me duele. Mi esposo no murió, a mi esposo lo mataron”.

Ausy Isasi declarando a los medios, junto a otros familiares de los trabajadores, meintras se realizaban las labores de búsqueda y rescate. (Foto: elcomercio.pe)

Ausy Isasi declarando a los medios, junto a otros familiares de los trabajadores, meintras se realizaban las labores de búsqueda y rescate. (Foto: elcomercio.pe)

En la conversación, Isasi lamentó que el fiscal la haya invitado a declarar recién hace unos meses. “El fiscal Sosa me envía una citación a Nasca (en julio de este año) faltando cuatro días para que vaya a Ayabaca, cuando toda la investigación debió hacerse mucho antes”, dijo. Se notaba cierto fastidio en su voz y aún la resaca de su dolor. “Este tema me deprime”.

“Sí, he visto ese contrato. Un contrato no se firma de esa manera. No es la firma de mi esposo”

Pero Isasi soltó una revelación mayor. Ella dijo que su fallecido esposo no firmó el contrato que consta en el expediente fiscal. “Sí, he visto ese contrato. Un contrato no se firma de esa manera. No es la firma de mi esposo”.

Y dicho documento ha sido una prueba fehaciente de la minera ante las instancias judiciales para asegurar que Pastrana no tenía órdenes de ir a Ayabaca. ¿Pero, qué dice ese contrato?

 

Contrato firmado entre Rio Blanco y Pastrana. La viuda echó sombras sobre su legalidad.

Contrato firmado entre Rio Blanco y Pastrana. La viuda echó sombras sobre su legalidad.

contrato_pastrana2

El contrato de servicio de consultoría entre Río Blanco y Orlando Pastrana se celebró el 1 de julio de 2015 y estipulaba el servicio de levantamiento topográfico, análisis y gestión documental del proyecto Río Blanco, así como un plano de las comunidades campesinas ubicadas dentro de las 36 concesiones de la minera. También incluía un reporte detallado y fotográfico de los campamentos de Río Blanco, así como un reporte de investigación para conocer el mejor trazo de una carretera al proyecto Río Blanco.

La duración del contrato era de un mes y el ámbito de acción eran las ciudades de Lima, Piura y Huancabamba. El pago era de S/. 15 mil 550.80 por esos servicios. Sin embargo, hay algunas partes del contrato que llaman la atención. Por ejemplo, la cláusula 6.7 estipula que al suscribir el contrato, el consultor (Pastrana) renuncia a plantear cualquier reclamo judicial o extrajudicial derivado de cualquier negociación, declaración, entendimiento o contrato anterior entre las partes, fueran estos escritos o verbales.

Asimismo, la cláusula 7.1 señala que Pastrana no puede variar las tareas encomendadas, salvo autorización expresa y escrita de Río Blanco Cooper, asumiendo responsabilidad por la ejecución de actividades no previstas en este contrato.

Pericias incompletas

Todos esos detalles fueron observados por el fiscal Sosa, quien en enero de este año declaró la investigación compleja y pidió pericias grafotécnicas –que nunca se hicieron– para saber si la firma del contrato era de Pastrana o no. El fiscal también pidió analizar la laptop que llevó Pastrana durante la expedición, y que fue recuperada por el equipo de rescatistas que halló los cuerpos de los tres trabajadores fallecidos. Pero esa pericia tampoco se completó.

Con impotencia, Isasi dijo que a fines de julio (cuando recordaron, con una misa, un año del fallecimiento de su esposo) intentó salir en la televisión para contar su verdad. Pero no tuvo éxito. El 3 de junio de este año, la viuda de Pastrana firmó un acuerdo privado con la minera. Cedió como lo hizo la mamá de Aleida Dávila, en octubre del 2015, y la viuda de Segundo Tacure, un mes después.

acuerdo_ausi2

Parte del contrato privado entre Ausy Isasi y la minera Rio Blanco Cooper.

Parte del contrato privado firmado entre Ausy Isasi y la minera Rio Blanco Cooper. Dicho documento está incluido en el expediente fiscal.

Isasi recibió una indemnización de S/. 270 mil, dinero con el que ponía fin a todo reclamo o pretensión futura. Asimismo, libra de toda culpa y responsabilidad a Río Blanco en la desaparición de su esposo. En julio de este año la viuda de Pastrana envió un documento al fiscal Sosa donde señalaba que no contaba con los correos electrónicos entre su esposo y la minera, “por lo que considero innecesario que se tome mi declaración al respecto”. Finalizaba diciendo que, al haber sido indemnizada por la empresa, no tenía nada que reclamar.

En julio de este año la viuda de Pastrana envió un documento al fiscal Sosa donde señalaba que no contaba con los correos electrónicos entre su esposo y la minera

El 22 de agosto, este medio se comunicó con Boris Dávila, gerente de Relaciones Comunitarias de Río Blanco, para conocer sus descargos sobre las dudas del caso, pero dijo que “eso es periódico de ayer”. En aquella fecha, el proceso aún no había sido archivado por el fiscal. Dávila prometió concertar una entrevista, pero hasta la fecha no fue posible obtener su versión.

Ronderos, libres de toda culpa

Los ronderos de Ayabaca también fueron comprendidos en la investigación  del fiscal Sosa, por el presunto delito de tortura contra seis colaboradores de Río Blanco: Pedro Frías Moreto, William Zurita Cruz, Wilson Delgado Tantalián, Domingo Huamán García, Alfredo Correa Cruz y Aníbal Herrera. El sábado 11 de julio del 2015, cuando la expedición ya estaba perdida en Ayabaca, el jefe Pastrana pidió voluntarios para que vayan a pedir ayuda a algún pueblo cercano. Los seis comuneros llegaron, luego de caminar un día y medio, a un pueblo llamado Cabuyal.

Allí alquilaron un carro que los trasladó hasta el caserío de Portachuelos, donde los ronderos los secuestraron y luego los castigaron. Después, los enviaron a Curilcas, donde otra vez recibieron latigazos. El 13 de julio, por fin, fueron liberados en Bellavista de Cashiaco. Desde allí se movilizaron hacia Pacaipampa, y llamaron a la minera para informarle los hechos. Ese día la minera activó su plan de contingencia y contrató a la NGS, para buscar a los cuatro trabajadores que estaban atrapados en el Cerro Negro.

El fiscal Sosa denunció a Magdiel Carrión y a Telmo Alberca, ambos comuneros de Yanta, Ayabaca, por el presunto delito de tortura. Alberca se acogió al derecho de silencio, mientras que Carrión aseguró con documentos que viajó a Lima el 11 de julio y volvió a Piura el 17 de julio. Es decir, no estuvo los días que los colaboradores de Río Blanco fueron torturados.

Rondero Magdiel Carrión. Fue acusado de haber torturado a parte de la expedición. Sin embargo, demostró no haber estado, en esa fecha, en el lugar de los hechos.

Rondero Magdiel Carrión. Fue acusado de haber torturado a parte de la expedición. Sin embargo, demostró no haber estado, en esa fecha, en el lugar de los hechos. (Foto: Ralph Zapata)

Carrión aseguró que denunciará a la minera por haber manchado su honor, al involucrarlo en un caso donde él colaboró. “Tú sabes, y allí estuvimos el día que hallamos al sobreviviente (Manuel Herrera) –dijo vía telefónica–. Nosotros hemos colaborado con la búsqueda y no es posible que, por defender nuestras tierras y recursos, la minera nos quiera echar la culpa”.

Carrión aseguró que denunciará a la minera por haber manchado su honor. “Nosotros hemos colaborado con la búsqueda y no es posible que la minera nos quiera echar la culpa”

Esta investigación contra Carrión y Alberca también ha sido archivada por el fiscal Sosa. Y con esa decisión la esperanza de Kety Dávila y sus hermanos se diluye, al igual que el recuerdo de la aguerrida Aleida.

Resolución fiscal que declara archivada la investigación a los ronderos.

Resolución fiscal que declara archivada la investigación a los ronderos.

ronderos2

“Sabemos que una vida no se recupera ni tiene precio –dice Kety Dávila, aquel 28 de julio que la entrevistamos en su casa en Cochabamba–, pero, si me llegaran a dar mi parte, compraré un terrenito en Cajamarca (con el dinero de la indemnización)”. Actualmente, ella alquila una casita en Cajamarca, donde vive con Dayana, su pequeña hija.

– Hasta el final, y aún muerta, mi hermana nos sigue ayudando– reflexiona Kety–. “Ella se fue a Piura por una mejoría de la familia. Se fue por mi mamá, para solventar los gastos de su tratamiento, pues sufría de insuficiencia renal. ‘Ahora ya vamos a poder ayudar a la mamá’, me dijo Aleida cuando consiguió el trabajo en Río Blanco”.

Pero, casi como una premonición, antes de partir a Piura, la joven periodista lucía deprimida, y eso preocupaba a su hermana Kety. En cada fiesta, en su casa misma, Aleida no cesaba de escuchar “La despedida”, de Carmencita Lara. La misma canción que interpretó la banda de músicos el día de su sepelio. Ya me voy a otras tierras lejanas/ a un país donde nadie me espera/ donde nadie sepa que yo muera/ donde nadie por mí llora/ Ay, que lejos me lleva el destino/ como hoja que el viento arrebata.