Ser hincha no alcanza

By on septiembre 2, 2016

¿Perdimos porque jugamos mal? ¿Debió arrancar Guerrero? ¿Es un equipo joven con poca experiencia? Quizás podrían ser estas algunas de las preguntas que se hace la afición futbolera de este país tras el reinicio de las eliminatorias, y seguramente, no sería la primera vez que se las plantean.

Partido tras partido, sea una victoria o una derrota, tratamos de explicar qué sucedió, pues hincha como el peruano es difícil de encontrar. Un hincha testarudo por seguir a su rojiblanca, que sin aire, alcanzó el espaldarazo de “vamos muchachos, se hizo un buen partido”. Sí, pero los ánimos de consuelo no nos llevarán a Rusia.

Se corrió pese a los 3604 msnm. Ruidiaz hizo lo suyo por la banda izquierda. Sacó centros –con un regular peligro de gol– y no olvidó su posición de delantero, parándose por delante de todos para esperar un mano a mano. Se habló mucho de la ‘Pulga’ en los últimos días por ser el reemplazo de Guerrero y no decepcionó, pero, ¿de que vale jugar hasta el hastío si no se lograron los tres puntos?

Las ocasiones de anotar no fueron esquivas. Tres o cuatro situaciones dibujó la selección entre el primer y segundo tiempo. En los descuentos, un gol válido para Perú fue anulado. Pero da lo mismo si fue anulado o no, perder por la mínima diferencia igualmente nos sigue sepultando en el fondo de la tabla.

Aplaudimos también a los debutantes. No se les resta el mérito por su esfuerzo para ser convocados, sin embargo, los nuevos en la selección estuvieron de alumnos sentados en el pupitre recibiendo los llamados de atención de su ‘profe’ Gareca, con lo que surge otra pregunta ¿Hasta cuándo intentará el técnico con los juveniles?

Y por último, el error de toda una vida: la pelota parada. Dos goles de Boliva y los dos en la misma situación. ¿Qué acaso el súper ‘Tigre’ no tomó nota de los anteriores técnicos?

La respuesta a la gran interrogante sigue suspendida en el aire. Se nos hace difícil alcanzarla. ¿Por qué perdemos continuamente? Pero primero habrá que entender porque somos así de tercos y pataleamos con una derrota para luego, a pocos días, prender de nuevo el televisor y envolvernos en un manto de nervios y emoción por ver jugar a nuestra selección.

Sin embargo, somos conscientes que para el objetivo no alcanza con solo ser hincha y decir que los muchachos jugaron bien. No ahorita, justo a mitad de las eliminatorias sudamericanas. El tiempo se acaba y parece que se repite la historia.

juan.herrera@elpiurano.pe